Si las lombrices pueden vivir el doble ¿Por qué no las personas?

Es lo que promete el reciente hallazgo de un gen denominado PHA-4 que no sólo podría aumentar la longevidad de las personas sino que, además podría mejorar su calidad de vida, al jugar un papel clave en la prolongación de la vida y en el retraso de las enfermedades y trastornos asociados al envejecimiento.